Os quiero compartir esta visualización guiada que he traducido de un librito que me ha caído en manos hace años sobre los 12 noches mágicos "Rauhnächte", que se celebran desde muchos siglos en gran parte de los Alpes del 24 de diciembre hasta el 06 de enero. 12 noches de introspección y renovación para despedir lo viejo que no nos sirve y ganar nuevas perspectivas.
Cada noche representa un mes del nuevo año, cada mes tiene un "leitmotiv" para un viaje a nuestro interior: El silencio, la paz, la partida, la curiosidad, la estrategia, la actividad, la compañía, la abundancia, la intuición, la cosecha, la gratitud y la sabiduría.
Si la mente golpea con preocupaciones y miedos es bueno tener estos recursos de visualización y meditación para dejar de juzgar, ver con más claridad y sentirnos más serenos y livianos:
Siéntate o acuéstate cómodamente y cierra tus ojos. Estírate un poco todavía para que te puedes relajar y acomodarte mejor en tu puesto.
Inspira
y expira, sigue tu respiración: inhala y exhala…
Tu
espalda está apoyada. Sientes tranquilidad, protección y te imaginas como se
calienta tu espalda, así como alguien te ayudara a sostenerte con mucho cariño.
Piensa
en una tierna abuelita, una tártara - tártara – bisabuela, fuera de tiempos y
recuerdos, una vieja risueña, que es la tranquilidad y el amor en persona. Te
sostiene y te calienta. Un sentimiento de agradable bienestar te invade. Es tan
reconfortante estar apoyado con tanto cariño y lleno de fuerza.
Ella,
inmemorablemente vieja, te hace saber que siempre puedes contar con su sabiduría,
Siempre estará aquí para sostenerte y cuidarte.
A tu
lado derecho aparece de igualmente terna como vehemente la Madre Naturaleza. Su cara
arrugadita emana una calma, casi sobrenatural y al mismo tiempo tanta experiencia
vital, tanta seguridad en todas las interrogantes de la vida al igual que sinceridad y sensibilidad.
Así
percibes como te invade su estabilidad, su espíritu mundano, su seguridad,
su capacidad. Una inmensa, profunda vitalidad, una plena conformidad con la
vida, el contundente “SI” de su gran y gerneroso corazón.
Estas disfrutando de estar
tan cerca de la Madre Tierra, sientes vuestra profunda e insoluble conexión,
porque ella es la vida misma.
Y así te
dejas envolver con su abrigo y te dejas abrazar con su sabiduría vital.
De
repente aparece de la nada un niño delante de ti, riendo, brillando de alegría.
Baila y se mueve lleno de gozo y placer. Talvez le conoces ya o talvez lo encuentras
hoy la primera vez. Es el niño mágico que
pertenece a tu alma. Es pequeño, inocente y rebosante de alegría. También fuerte
por su confianza pura en la vida y por su franqueza.
Sorprendido
lo observas como baila y salta delante de ti con su mágica sencillez infantil.
Representa tanta confiada pureza! Y justo esto le abre el acceso a la sabiduría
de la vida. Mirándole te das cuenta que es precisamente la confianza en la vida
que posibilita la sabiduría.
Su
baile alegro y sincero le ayuda a absorber todos los conocimientos de
los mundos. Así está siempre joven y siempre sabio.
También
en ti notas ahora esta alegría infantil, este espíritu aventurero y este
divertido juego de posibilidades vitales. Observando este niño mágico y mirandole
a los ojos te contagia la fascinación. Sientes que tu corazón se ríe y se
engrandece.
Mientras
disfrutas de este mágico espectáculo notas otra presencia, no muy lejos de ti. Le
percibes bien, a tu izquierda, es un hombre viejo, barbudo y te mira con sus
ojos bondadosos. Su risa hace bailar ciento de arrugas en su cara.
Es el
viejo sabio, el eremita de la montaña, el monje que ha consagrado su vida desde
tiempos inmemorables a la contemplación, a la profunda comprensión del corazón
y del alma. El SER en DIOS.
También él es una encarnación de la sabiduría, la
sabiduría de una vida llena de una búsqueda conmovedora. En sus ojos reconoces
las mismas ansias que hay en ti por conocimiento y comprensión, por el saber de
muchos enigmas que esconde la vida. Sietes el fuego en ti de adentrarte más y
más en las misterios del ser. Profunda paz te espera al final de este camino,
una quietud interna que solamente nace con la certeza de nuestra realidad
divina.
Y así
estas envuelto en estos 4 aspectos de la sabiduría, que te nutren y te sostienen,
te inspiran y reconfortan. Te sientes protegido y seguro. Sientes una inmensa
paz contigo mismo y la certeza que todo está bien como está.
Te das
cuenta que tu abdomen se abre y la sabiduría de estos seres se derramen en ti
como una luz dorada. Todo fluye hacia ti, hacia tu centro. Lo abrazas y lo
envuelves con tus manos como un tesoro. Y esto es lo que es: enriquecido te
sientes con tanta sabiduría de la vida, que llena tu ser de comprensión y luz.
Y así
tienes esta sabiduría en ti cuando vuelves contigo y abres los ojos. Sabes que
siempre puedes acceder a los cuatro seres sabios cuando los necesitas. Una vez
más pones las manos en tu abdomen con el saber que toda la sabiduría del
universo está en ti.
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