Las noches son frías y ahora nos apetece meternos en una bañera de agua bien calentita.
Un baño de
desintoxicación es una de las terapias curativas más simples y agradables que se pueden
hacer para facilitar y mejorar el proceso de desintoxicación natural de nuestro
cuerpo.
Cuando
tomamos un baño depurativo no sólo aumentamos nuestra salud y
bienestar, sino también fortalecemos nuestro sistema inmunológico y prevenimos
así enfermedades.
Cómo preparar un baño de desintoxicación
- Añadimos 2 tazas de sal de Epsom (o, y sal marina) a una bañera estándar llena de agua caliente. Las sales de Epsom limpian el organismo y nos ayudarán a reponer los niveles de magnesio. La sal marina nos remineraliza con todos los elementos
- Añadimos 3 tazas de bicarbonato de sodio. El bicarbonato de sodio relaja los músculos, suaviza la piel y elimina además los olores del cuerpo dejándolo exfoliado, fresco y limpio.
- Añadimos 3-4 gotas de cualquier aceite esencial que nos apetece (lavanda, rosa mosqueta, romero...)
Ideal sería utilizar agua tan
caliente como se pueda soportarla para crear un buen sudor.
Sumérjete en el agua, todo el
cuerpo hasta el cuello. Mantén la mayor parte del cuerpo sumergido,
cierra los ojos, haz algunos ejercicios de respiración y deja que tu
cuerpo se relaje durante unos 40 minutos. En los primeros 20 minutos se eliminan las toxinas y en los 20 minutos siguientes el cuerpo absorbe los minerales del agua.
Una vez que hayas terminado,
sal de la bañera muy lentamente y con precaución. Puedes sentirte un poco aturdido, esto va desaparecer rápidamente tomando una cortita ducha fría.
Es importante no utilizar
jabones o champús agresivos ya que los poros están abiertos y podrán
reabsorber las sustancias químicas que se encuentran en esos productos.
Una vez seco puedes aplicar aceite de coco.
Espera una hora antes de comer una comida sólida de nuevo. Toma té de hierbas o agua tibia.
Espera una hora antes de comer una comida sólida de nuevo. Toma té de hierbas o agua tibia.
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