miércoles, 9 de septiembre de 2015

¿Porque no adelgazo?

Te esfuerces un montón en comer sano y equilibrado y no logras perder estos kilos demás? Cuidas la ingesta de carbohitratos y grasas y no hay resultados? 
Muchas veces no basta con comer mejor! Aquí encuentras las razones porque tu organismo no reacciona y empieza a quemar grasa a pesar de tus esfuerzos:



Intolerancias alimentarias
Si las reacciones químicas de la digestión no son correctas, no se conseguirán los nutrientes necesarios y, en su defecto, aparecerán partículas procedentes de digestiones incompletas que actuarán en nuestro organismo como toxinas desencadenando una reacción alérgica retardada (=intolerancias).
Ante la presencia de los anticuerpos producidos a consecuencia de esa mala digestiónnuestro organismo retiene líquidos con el fin de minimizar el efecto pernicioso de los mismos.
Una permeabilidad excesiva de la pared intestinal es casi siempre la consecuencia y también la causa que pasen macro-moléculas indigeridas a la sangre, que actúan como toxinas y provocan la producción de anticuerpos.

Es necesario averiguar individualmente que alimentos nos causan estas intolerancias y evitarlos en un mínimo de 6 meses. Seguir una alimentación según nuestro grupo sanguíneo puede ser un buen comienzo. Alimentación según grupo sanguineo

Aparte de esto hay que trabajar la pared intestinal para que nos puede hacer de barrera de macro-moléculas indigeridas y toxinas.

Dietas hipocalóricas
Las dietas hipocalóricas a la larga causan un enlentecimiento del metabolismo y por lo tanto un aumento de la grasa corporal.
El cuerpo, al registrar que no le es suministrado lo que necesita, empieza a convertir grasa, pero también proteínas en glucosa- con la consecuente pérdida de masa muscular.
Es imposible adelgazar cuando no se usan los músculos: La glucosa que no se almacena en los músculos se convierte en grasa y se almacena en el tejido adiposo. Los músculos inactivos se vuelven resistentes a la insulina, hormona que regula el suministro de glucosa. Son los músculos que utilizan una gran parte de energía y el organismo sabio va disminuir la masa muscular para ahorrar energía; esto hace que decrece el metabolismo.
Además estamos más preparados para la escasez de comida que para la sobre- alimentación. Si el organismo registra una hambruna (cosa que acompañaba al human desde tiempos remotos) en-lentece el metabolismo para ahorrar energía y acumular reservas.
Para perder peso hay que estimular el metabolismo y no pasar hambre! Cuando pasamos hambre ralentizamos el metabolismo.

Falta de enzimas
Para que el metabolismo funcione bien y la combustión de la glucosa y las grasas se lleve a cabo eficientemente, es de vital importancia la presencia de enzimas. Existen miles de enzimas en nuestro cuerpo y cada una de ellas desempeña una función específica en el metabolismo.
Para restablecer un metabolismo normal y conseguir tener un cuerpo sano, es fundamental una alimentación sana (carbohidratos, proteínas y grasas de buena calidad), una digestión adecuada y la presencia de cantidades óptimas de los minerales: calcio, magnesio, manganeso, hierro, cobre y zinc (El cromo mantiene estable los niveles de glucosa en sangre); las vitaminas: C, B1, B2, B3, B5, B6, B12, ácido fólico y biotina; y la coenzima Q10.
Estos nutrientes forman las enzimas y a su vez las activan y ayudan en la combustión de la glucosa. Si no están presentes en cantidades adecuadas, el metabolismo no llevará a cabo su trabajo adecuadamente.
P.ej.: La enzima lipasa digiere las grasas y si no actúa, las grasas no se procesan y se acumulan en el tejido adiposo. Además de las enzimas digestivas, la bilis es fundamental en el metabolismo de las grasas.

Hipotiroidismo
En el hipotiroidismo el metabolismo se en-lentece y se quema poca grasa para producir energía. Aunque los nivel es de la T3 y T4 están normales en las analíticas se puede sufrir hipotiroidismo subclínico. Los síntomas son obesidad, fatiga, depresión, sensación de frío, estreñimiento, piel seca, caída de cabello, dolores musculares, pérdida de un tercio exterior de las cejas.
La hormona T4 se produce en la tiroides pero esta forma es inactiva y tiene ser convertido en T3 en el hígado. Esta hormona regula el metabolismo e interviene en prácticamente todas las funciones corporales.

Candidiasis
Muchas mujeres, pero también hombres, tienen gran dificultad de adelgazar a causa de hongo de Cándida Albicans ya que hay una una estrecha relación entre el exceso de grasa corporal y la infección por este hongo.
Este problema no se toma suficientemente en consideración en la medicina convencional, porque la presencia de Cándida albicans es normal en nuestros intestinos. Pero es importante que no supere un 10% de nuestra flora intestinal y vaginal. Los medicamentos y nuestra dieta rico en trigo, lácteos y carnes tratados con hormonas y antibióticos son capaces de deteriorar la flora intestinal “buena”, que evita la proliferación excesiva de una flora patógena y hongos.

Dormir insuficientemente
Varios estudios médicos han demostrado que si durante varios días no dormimos lo suficiente (8 horas como norma general) los niveles de leptina disminuyen.
La leptina es una hormona inhibidora del apetito. Se libera a la sangre por los adipocitos y avisa al hipotálamo de que debe inhibir el apetito porque el cuerpo tiene suficientes reservas de grasa.
Si bajan sus niveles porque no descansamos lo suficiente vamos a tener mucho más hambre. En general la sensación de hambre se suele disparar cuando llevamos una vida desordenada de horarios de comidas.

Déficit de vitamina D
Produce insuficiencia de la hormona leptina, responsable de producir saciedad cuando se ha consumido suficiente grasa.

El estrés y la función suprarrenal
La adrenalina y la cortisona, hormonas que se producen en la respuesta al estrés por las glándulas suprarrenales, son en muchas personas lipolíticas; esto quiere decir que las grasas del organismo son transformados para producir ácidos grasos y glicerol para cubrir las necesidades energéticas y por tanto adelgazan. Además a ellos les inhiben el apetito.

Pero también hay mucha gente que con el estrés engorda: Cuando los niveles de cortisol suben en la sangre y se mantienen altos (a causa de un estrés prolongado y mantenido en el tiempo) aumentan los niveles de insulina, lo que incrementa nuestro apetito y nos hace desear alimentos ricos en azúcares y grasas. Estos alimentos nos proporcionan un sentimiento casi inmediato de bienestar, y al poco tiempo, cuando de nuevo acecha el estrés, necesitamos recurrir una vez más a azúcares y grasas para sentirnos bien otra vez.

Pero altos niveles de insulina no solamente incrementan nuestro apetito sino también un estado inflamatorio silencioso general (sin dolor) dentro de nuestro cuerpo, sin que nos demos cuenta. A partir de los 40 las células empiezan a reaccionar peor a la insulina, que es la hormona de almacenamiento que lleva los nutrientes a las células, y se vuelven resistentes.
Como consecuencia hay un exceso de glucosa en sangre, que es tóxico y por tanto convertido en grasa y almacenado en el tejido adiposo.
Además es un círculo vicioso ya que el organismo eleva más todavía los niveles de insulina para bajar los niveles de glucosa y la resistencia a la insulina es cada vez más elevada.
Esto es la razón porque engordemos más fácilmente a partir de cierta edad pero también por un estrés mantenido en el tiempo que se manifiesta sobre todo alrededor de la cintura abdominal. La grasa se almacena alrededor de los órganos abdominales, como el hígado, los riñones y la vesícula biliar, da el típico aspecto de manzana a nuestro cuerpo y es un peligro real para nuestra salud.

Neurotransmisores
Muchas personas sufren de ganas irresistibles de carbohidratos por un desorden el la producción de neurotransmisores. Los desequilibrios entre serotonina, dopamina, noradrenalina sobre todo llevan a dificultades metabólicas y nerviosas. La serotonina está producida en el intestino y el mal estado intestinal puede ser la causa de ansiedad, depresión y aumento de peso entre muchísimas otras.

Refrescos "light”
Mucha gente piensa si se toma refrescos light “cero calorías” no engorda. La realidad es que engordan más que los normales. Es sabido que el sabor dulce (tanto azúcar que endulzantes artificiales) estimula las papilas gustativas. El cerebro se prepara para el aporte de glucosa y manda al hígado de almacenar glucógeno en vez de liberar sus reservas. Por esto los refrescos light producen hambre y la saciedad se alcanza mucho más tarde.
Alternativa al azúcar también apta para candidiasis: Stevia

Grasas hidrogenadas
Las rasas hidrogenadas contenido en las margarinas y la bollería industrial aumentan el riesgo de padecer obesidad además de ser altamente dañinos para la salud.

Excesiva acumulación de toxinas
El organismo se defiende de toda clase de toxinas (aditivos, conservantes, hormonas, antibióticos, pesticidas, herbicidas, metales pesados, toxinas endógenas….) acumulándolas en el tejido adiposo (tejido graso) y no puede permitir que adelgazamos. Las toxinas se liberarían a la sangre y amenazarían los órganos vitales.

El ejercicio físico
Los músculos están repletos de receptores de insulina. Cuanta más masa muscular tengas y más calor generen tus músculos con regularidad, con mayor eficacia quemarás los carbohidratos y la grasa corporal.
Si ya haces ejercicio, puede ser que el cuerpo se ha adaptado al grado de actividad actual, y deberías cambiar de modalidad. Para lograr que las tozudas células grasas liberen su carga, hay que confundirlas un poco. Prueba una modalidad de ejercicio diferente que haga trabajar otros músculos. Lo que interesa es sacar al cuerpo de su rutina metabólica.

Pensamiento
Creamos nuestra realidad a través de nuestros pensamientos. Vigilar nuestros pensamientos, como vemos el mundo y a nosotros mismos puede influir más que la mayoría de nosotros podemos creer.
Es de suma importancia visualizar y tener en la mente lo que queremos, no lo que no queremos. Y por tanto, si queremos adelgazar, vale la pena de intentar no vernos continuamente estos michelines, que tanto nos molestan – sino imaginarnos delgados y visualizar los resultados que deseamos.

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