miércoles, 22 de julio de 2015

La salud no es todo, pero sin ella, todo lo demás es nada.

La salud óptima NO es simplemente la ausencia de enfermedades, sino un estado natural de energía, vitalidad, equilibrio y armonía con la vida y sobre todo con nosotros mismos.


Quiero compartir en este blog diferentes ángulos y puntos de visión de una salud más global y como podemos contribuir a mantener o restablecer-la.
Me gusta y me consuela enormemente pensar que somos los hacedores de nuestra vida y tenemos plena responsabilidad de todo que nos ocurre. Esto nos da poder y la certeza de que todo con lo que nos enfrentamos consciente e inconscientemente lo hemos elegido nosotros y todo tiene sentido, aunque a veces no lo vemos.

No pretendo convencer a nadie de nada; opino que todos tenemos en todo momento todo la información del universo a nuestra disposición y que nos llega una información precisa en el momento en el que ya estábamos buscándola. En este momento podemos escuchar-la, "sentir-la" y mentalmente valorarla, según nuestro estado consciencial.

Soy naturópata y por experiencia propio y ajena percibo que podemos actuar en favor o en deterioro a nuestra naturaleza mediante nuestros pensamientos y emociones, al igual mediante nuestros hábitos corporales como la alimentación, nutrición, ejercicio y otros comportamientos físicos.

Podemos interferir con el pensamiento y las emociones en nuestro cuerpo y viceversa: condicionamos con nuestra biología y sus necesidades nuestro estado emocional y nuestra mente, pudiendo así afrontar mejor o peor los diversos conflictos que se nos presentan en la vida.

La enfermedad no es carente de sentido, no es sufrimiento innecesario, sin más que toca a unos y a otros no. TODO tiene un PORQUE y un PARA QUE y el sentido de la vida es experimentar este plano, teniendo en cuento que somos más.

Físicamente somos ese cuerpo con sus billones de células y su requerimientos biológicos. Hemos encarnado en este mundo con programas que hemos elegido mucho antes y nuestra mente tiene sus ventajas, pero nos hace sufrir si juzgamos la vida a través de ella.
Los conflictos que ahí se crean buscan sanarse a través de la enfermedad y se manifiestan en estas células de que nos componemos físicamente. Aunque la causa de nuestras malestares está en la mente y nuestras emociones, podemos tener el terreno (nuestras células y líquidos corporales) mejor preparado para afrontarlos y conocernos mejor a nosotros mismo escuchando a nuestro cuerpo.

Nadie puede sanar a otro. 
Por más que interferimos en los procesos biológicos con medicación, más nos alejamos de la salud.
La naturaleza es sabia y tiene siempre la tendencia al equilibrio y a la auto-curación. En estos procesos podemos colaborar positivamente cuidando nuestro "terreno" interior.


Propongo en este blog información y herramientas para ello y para animaros de no dejar vuestra salud solo en manos de otros, sino de tomar consciencia y responsabilidad.

Habrá información que os resuena y habrá otra que no. Confiad que todo información os llega en el momento en el que realmente lo necesitáis.


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